Es uno de esos días dónde lo máximo que me apetecía hacer era estar tumbada en el sofá, haciendo zapping y aburrirme.
Tanto me aburría que cuando quise darme cuenta me estaba sobando por encima de las bragas mientras cerraba los ojos y fantaseaba.
Pero mi solitaria travesía duro poco, porque cuando me quité las bragas y me desnudé, y cogí el cojín para frotarme con él, sentí las grandes manos de él agarrando mis pechos desde atrás mientras se ponía de rodillas a mi lado, desnudo.
Paso su mano por mi coño mojado mientras yo gimoteaba con mi boca en su polla, acariciándola con la mano mientras la besaba.
Con una mano me sobaba las tetas y con la otra le tocaba a el, mientras él me masturbaba, abriendo mi coño y pasando un dedo desde arriba hasta mi entrada. Con facilidad metió el segundo y yo me metí su polla en mi boca. Chupé despacio, deleitándome en la calma y el tiempo que teníamos.
Me apartó bruscamente y se quitó, tumbándose él a la espera de algo más. Pero yo quería comer y ponerle mu coño en bandeja. Así que me senté en su cara, mirando hacia su polla, y me restregué unas cuantas veces mojándole la cara, empapando su barba que me hacía cosquillas en mi coño.
Me encogí y me fui arrastrando por su cuerpo hasta estar a la altura de su erección, que cogí con la mano y empecé a pajear despacio mientras la miraba perderse en mi mano y sobresalir. Baja y sube. Sube y baja, y su capullo relucía mojado en mi mano.
Escupí mientras mi coño recibía gran atención, introduciendo su lengua en mi interior, moviéndola mientras con sus labios me rozaba, me succionaba y me estiraba.
Me cogía por la cintura pegándome más a él, mientras yo me metía su polla en la boca con ganas, bajando mi mano mientras mis labios cubrían hasta llegar a sus huevos que acariciaba con la mano y hacia tope con mi boca.
El baile que marcamos y encajamos, de subir y bajar, entrar y salir era extasiante.
Me quedé unos segundos inclinada con su polla en mi garganta y aprovechó para abrir mi coño con sus dedos, pasar la lengua por él e introducir un par de dedos en mi interior.
Sentirle así me hizo querer devorarle y comencé a comérmelo con ganas mientras gimoteaba y mis tetas le rozaban el cuerpo por el movimiento mío.
Él estaba tan cómodo, sometido, que a su vez la sometida era yo dándole placer a él y dándome yo con mi movimiento.
Me incorporé y me senté en su cara, pajeandolo ya totalmente chorreando por mi saliva y por él y mientras tanto, yo me restregaba en su boca haciendo fricción sintiendo como mi orgasmo se aproximaba.
Seguí, mientras con mi mano no dejaba de subir y bajar, hasta abajo, hasta arriba, envolviendo y liberando, sube y baja con mi mano en su polla.
Metió su lengua en mi interior y entonces me dejé ir, corriéndome en su boca revolviendome loca, palpitando mi coño en su boca, apretando su polla con mi mano mientras mi orgasmo le llenaba y le presionaba a él.
Pero yo también quería tragar, así que metí su erección en mi boca y comencé a comer, subiendo y bajando totalmente espatarrada mientras el miraba desde su posición como mis tetas le rozaban y mi culo se movía.
Lo agarró, me azotó y me invitó a que aumentase el ritmo, para que poco después estallara en mi boca, cubriéndolo con ella hasta la garganta para tragar todo y que no escapase nada.
Cuando dejó de palpitar dentro de mis labios, la saqué y lamí recorriendo con mi lengua cada gotita de semen y saliva que lo cubría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario