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miércoles, 14 de diciembre de 2022

Un amigo muy dulce+18

 

Un amigo muy dulce



La regla es una mierda. Y si eres mujer como yo, sabes de lo que hablo. Pesadez, hinchazón, cambios de humor, físicos (algunos buenos como unas tallas más de berzas), dolores pre menstruales... lo que se suele llamar un SPM en toda regla. Sin embargo mi favorito es el síntoma del antojo de chocolate.


Esos días del mes, querido, puedes estar a dieta y haber jurado bandera que no comerías nada con azúcar, que el choolate te lo comes por palets y sin remordimiento por que, te lo mereces por ser mujer y sufrir este castigo. Por que no sólo te enfrentabas a la condena de sangrar como un cerdo durante mínimo cuatro días, sino que una semana antes, comenzaba la tortura.


Y ahí estaba yo aquella tarde de lluvía jugando a la consola mientras pasaba por varias fases emocionales con el mando en las manos. Tristeza, paranoía, efusividad, alegría, risa, enfado, llanto y finalmente, antojo.


Mi móvil sonó en el momento justo que me levantaba de la silla para ir por una tableta de chocolate que tenía prohibido.


Frederick, que podéis leer mi historia con él en "Un twittero placentero" siempre aparecía en el momento justo, como si lo llamase por telepatía.

Como tenemos cierta confianza y yo pocas luces, se me ocurrió pasarle un pequeño clip chuperreteando una onza de chocolate, rozandola por mis labios, sacando la lengua y recorriendo aquel placer dulce, para terminar por lamerme los labios y chuparme los dedos con provocación.


Aquello le gusto lo suficiente como para convertirse durante unos días en mi surtidor de chocolate.


Así es, él me mandaba dinero cuando a mi me daban antojos de chocolate para regalarme y consentirme. ¿Qué hacía yo a cambio? Era la inocente amiga juguetona que le pasaba después fotos y clips desgustando sus "ofrendas" con gratitud.


Si os preguntáis si se repitieron las sesiones placenteras como en el relato anterior... es algo que no os voy a contar. Aún. Puede que sí o puede que no.

El caso es que me había mandado suficiente como para comprar chocolate y comer para recuperar todos los kilos que había perdido.


Acababa de entrar por la puerta de casa cuando me iba desnudando mientras me metía un trozo de chcocolate en la boca. Le mande varias fotos en el proceso. Lamiendo una onza, pillándola con los dientes mientras me ponía la boca perdida de chocolate, la lengua fuera... y en cada una tenía menos ropa que la anterior.


Su respuesta solía ser la misma que hace años. Un gif. En los que no era chocolate lo que tenía en la boca y chupaba con tanto entusiasmo.

El primero salía una rubia de rodillas agarrando una polla con la mano mientras succionaba mirando a la cámara.

Otro donde la chica estaba de rodillas pajeándole a la vez que se la comía mientras él le tiraba del pelo acomodando el compás del movimiento. Hacía una garganta profunda que...

El tercero me encantó.

Me quedé delante de la cama desnuda mirando el móvil cuando vi que ella estaba de rodillas con las tetas juntas para hacer una cubana y se ponía la polla en medio para pajearle así.


  • Cualquiera diría que te han gustado las fotos. A mayor calidad, mayor calidad tiene tu contenido.

  • Me gusta ver bien amortizado el dinero que te envío.

  • Amortizado no sé, pero me estás dando mucho placer con cada onza que me como.

  • El placer es mío.

  • ¿Va con segundas?

  • Puede...


Se me ocurrió mandarle un vídeo donde chupaba hasta dejarlo derretido el chocolate, bajar por mi piel hasta mis pechos con él y pringarme para después lamerlo y que lo viera.

Me respondió con un gif donde había una chica a cuatro patas con una correa al cuello mientras la embestía tirando de ella para penetrarla hasta el fondo.

Como extra uno de una cubana en la que sobresalía la polla por arriba y ella le iba dando lametazos.


  • Ya sabes las curvas que tienen este tipo de conversaciones en nosotros... - Dije a modo de advertencia.

  • No veo problema alguno en eso.


La cosa se fue calentando un poquito. ¿Recordáis los cambios de humor antes de la regla? Pues tener las hormonas revueltas y estar más salida que el pico una pala tiene estas consecuencias, que se acaban haciendo cosas que quizás normal... no se daría. O sí, porque ya se habían dado.


Me senté en la silla frente al ordenador y me conecté desde ahí. Él esperó un poco mi respuesta.


  • Mándame lo que te apetece ahora.

  • ¿Después de verte así?

  • Sí. O lo que te apetece por que sí.


Un gif donde una chica de rodillas tenía las manos atadas por un cinturón y un tío sentado le cogía la cabeza y le follaba la boca con brutalidad.


  • ¿Qué te parece ese? - Me preguntó.

  • ¿Eso te apetece? - Mi mano empezó a coger vida propia y no era consciente de que me estaba sobando las tetas por encima del pijama que me había puesto rápidamente.

En otro gif el chico estaba sentado con la tía sentada encima, de espaldas a él y subía y bajaba por su polla mientras él le agarraba la cintura y sus tetas se movían con soltura al ritmo de las embestidas.

El siguiente era la misma postura pero con ella de cara a él, mirándose mientras se apoyaba en su pecho y subía y bajaba con sus huevos rebotando en su culo.


Sin darme apenas cuenta me había metido la mano en las bragas y me estaba acariciando, siendo mi propia humedad la que me despertó de este viaje onírico donde el placer y la excitación me estaba haciendo perder el control. Otra vez.


Me saqué la mano mojada y me tentó la idea de hacerle una videollamada. La deseché y le mandé en su lugar una foto de la mano donde relucia húmeda.

Él me mandó una donde se notaba un bulto entre sus piernas sobresaliendo.


  • Mándame que ideas tienes en mente ahora.

  • Ese tal vez...


Una chica tirada en una mesa con un tío entre sus piernas, cabeza entre los muslos, y con ella tirando de su pelo mientras le comía el coño con ganas.

El de después, ella estaba de rodillas con la lengua fuera mientras él se pajeaba en su boca con la mano y se corría pringándole la cara.


  • Al final me vas hacer tener las manos ocupadas por algo más que por el chocolate.

  • ¿Cómo qué?


Le mandé un pequeño clip acariciando mi entrepierna por dentro del pantalón, siendo claros los movimientos. Saqué la mano y me manoseé las tetas por encima de la ropa y fui abriendo los botones del pijama para dejar ver algo de carne.


  • ¿Quieres algún gif concreto? - Me preguntó para rebuscar en su arsenal personal para mí.

  • Quiero complacerte, así que dime que quieres hacer con imágenes.


El gif hablaba por si sólo. Una chica pegada de espalda a la pared, de rodillas, con un tío delante que le sujetaba la cabeza y le follaba la boca despacio, llegando hasta su garganta.


  • Quiero follarte la garganta así, despacio, que la notes entrar hasta el fondo de ella, llenarte y vaciarme dentro de ti.


Tragué saliva inquieta, revolviéndome en la silla mientras me sacaba las tetas por fuera de la camiseta y abría más las piernas, poniendo los pies sobre la mesa del ordenador.


Le mandé otro vídeo donde me acariciaba bajo la tela con movimientos más rápidos que el anterior y sacaba la mano para bajar un poco la cintura del pantalón y se me veía levemente mi sexo, un instante.


Su respuesta fue un gif donde ella estaba a cuatro patas sobre el sofá, atada con un cinturón y amordazada, y él le azotaba el culo y le pasaba la polla por los cachetes para darle pollazos.


Suspiré. Me quité el pantalón. Le mandé otro vídeo donde me tocaba por encima de las bragas mojadas y la humedad era evidente. Las cogí y las apreté contra mí enrrollándolas en el centro enseñando parte de mi sexo.


Me mandó un vídeo manoseándose por encima de la ropa una evidente erección. Me puse de pie de espaldas a él, con una videollamada que había empezado, y me bajé las bragas despacio, agachándome un poco para que viera mi culo en su explendor.

Me mandó un par de gifs donde se veía a una chica a cuatro patas sin bragas siendo azotada por un tío con un cinturón. En el otro estaba atada en cruz en la cama mientras le azotaba y le comía el coño en un tormento placentero.


Me puse a cuatro patas para él y me metí la mano entre las piernas, asomándola por detrás desde esa posición, acariciándome el coño y metiendo un dedo despacio, sacándolo, impregando la humedad por todo mi sexo, metiendo dos y llevándolos a mi boca mientras miraba a la cámara.


Se sacó la polla del pantalón y la vi en su plenitud, la agarró y comenzó a subir y bajar mientras me observaba a mi tocarme.


  • Espero que tengas un juguete a mano. - Me dijo ronco por la excitación.

  • Eso depende de si te lo ganas.

  • Creía que lo estaba haciendo...

  • Puede que sí, o puede que no...


Se la soltó para agarrar sus huevos y manosearlos, volver a subir, acariciar la punta y volver a bajar, comenzando un movimiendo de sube y baja pajeándose mientras me veía juguetear.


Creo que se lo había ganado.


Me aparté de la cámara un momento y fui hasta el cajón de mi mesita para sacar mi vibrador. Me puse frente la cámara y me quité la camisa del pijama quedándome sólo en bragas.


Me senté, abierta de piernas y comencé a chupar el vibrador cerrando los ojos metiéndolo por completo en mi boca y sacándolo lleno de saliva cada vez más, simulando que me estaba comiendo su polla. Me mandó otro gif. La chica sentada como yo lo estaba estaba siendo tocada por un tio a su lado con mucha premura.


La saqué sólo para decirle.


  • Podríamos estar así.

Y volví a comerme la punta del juguete, lo saqué y lo recorrí de mis labios hasta mis tetas, jugando con mis pezones, bajando nuevamente hasta llegar al interior de mis muslos donde lo metí en mis bragas y activé la vibración.


Me manoseé las tetas llevándolas a mi boca, chupándolas, cogiendo los pezones con mis dientes, tirando, succionando, mientras dejaba que la leve vibración me impactara en el clítoris, y cuando vi que él aumentaba el ritmo de su mano, saqué el juguete, eché la braga a un lado y me abrí los labios del coño para que viera lo empapado que estaba. Pasé el vibrador y me lo introducí despació mientras gimoteaba y no dejaba de mirarle tras la pantalla.


Comencé un baile de mete y saca que acompasé con el movimiento de su mano, sintiendo que estábamos unidos por una red, pero a la vez por el placer mutuo que nos estábamos dando nosostros mismos.


Me incorporé en la silla con el juguete dentro de mí y comencé a subir y bajar mientras mis tetas botaban y él veía como me follaba yo sola con el vibrador bajo su atenta mirada y verlo pajearse. Aún así me pidió que siguiera mientras el paraba unos minutos para mandarme unos cuantos gifs más de como le gustaría que estuviéramos ahora.

Con su polla en mi interior corriéndose dentro de mí, sacándola y viendo su corrida caer por mi coño.

Yo sentada sobre él y terminando dentro de mi cuerpo, levantándome y goteando su semen sobre él desde mi interior.

Yo sujetando mis tetas a la altura de su polla mientras él se pajeaba y me bañaba entera.

Yo tumbada boca arriba con la boca abierta y la lengua fuera mientras se pajea y se corre en mi lengua.

Yo de espaldas a él con su polla entre los cachetes de mi culo pajeándose con ellos y corriéndose en mi espalda y culo.

Yo. Él. Nosostros. Placer, jadeos, corridas, fluidos, orgasmos...


  • Quiero correrme viendo como te tocas conmigo viéndome a mí. - Le dije entre jadeos más excitada que nunca por todo lo que nos envolvía.


Volvió a sujetársela, comenzó a pajearse, pidiéndome que no me corriera aún por lo que yo iba parando cuando sentía que estaba a punto de explotar, y cuando él me dio la orden me dejé llevar viendo como se corría a borbotones y yo me contraía de placer gimiendo, con el juguete entrando y saliendo de mí y con la otra mano me acariciaba el clítoris con desesperación.


Se cortó la llamada a los segundos de recuperar el aliento, como era lo habitual, y seguimos hablando por chat. Sin duda alguna era un amigo muy dulce.



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